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¿Cuál es la influencia real del satanismo y su relación con la New Age?

Massimo Introvigne responde


Massimo Introvigne es un experto en el fenómeno satanista

¿Cuál es la influencia real del satanismo y su relación con la New Age? Massimo Introvigne responde

Pese a ser un movimiento minoritario, el satanismo está en auge

El satanismo es un fenómeno que aunque no sea muy grande cuantitativamente está en auge y provoca grandes reacciones en la sociedad. Para arrojar luz sobre este asunto el conocido sociólogo Massimo Introvigne, director del Centro de Estudios sobre las Nuevas Religiones (Cesnur), ha publicado precisamente un extenso libro publicado en inglés y titulado Satanism: a social history (Satanismo: una historia social).

Esto demuestra que basta con hablar de satanismo para desencadenar emociones, miedos, y crear la posibilidad de manipulaciones políticas. En efecto, mi libro no habla sólo del satanismo sino también del anti-satanismo, o sea, de los pánicos morales que ven satanistas por todas partes. Y las acusaciones de satanismo en los últimos siglos se han dirigido a varios grupos: a los judíos, a los masones, a los mormones, pero también a los católicos por parte de ambientes protestantes fundamentalistas.

Por ejemplo, en los años 70 salieron en Estados Unidos varios libros que acusaban a Pablo VI de ser un alto iniciado satanista. Acusaciones análogas se hicieron contra Juan Pablo II, Benedicto XVI y hoy también contra Papa Francisco, con la diferencia de que en este último caso, los desvaríos de protestantes fundamentalistas han sido adoptados en ambientes católicos ultra-tradicionalistas hostiles a este Papa.

– Pero más allá de los desvaríos, los satanistas existen. ¿Qué es el satanismo?

- Se pueden dar diversas definiciones del satanismo. Las definiciones nunca son sencillamente ciertas o falsas, son instrumentos para circunscribir o estudiar un fenómeno. Mi definición de satanismo se refiere a la veneración del personaje llamado diablo, Satanás o Lucifer en la Biblia – tanto si se le considera una persona viva y real, como si se le considera un símbolo o un arquetipo – por parte de grupos organizados a través de formas, al menos embrionalmente, rituales.

-¿Qué diferencia hay entre el satanismo propio y auténtico y el “romántico” o “folklórico”?

- La categoría de “satanismo romántico” fue elaborada por historiadores de la literatura y de las ideas, y se refiere a escritores o artistas que rehabilitan la figura bíblica del diablo – a menudo diciendo que el objetivo de éste era y es el de hacer a los hombres (y a las mujeres: existe también un satanismo romántico feminista) más libres y racionales, liberándoles de la sumisión a Dios y a las creencias irracionales de la religión. Si estos escritores o artistas se limitan a escribir o pintar cuadros y no forman grupos organizados, caen fuera de mi definición de satanismo.

En esta extensa obra, el investigador italiano hace un repaso de la influencia del satanismo, sus manifestaciones en el pasado y sus precursores hasta llegar a la actualidad. Del mismo modo, intenta desmontar falsos mitos para colocar este fenómeno en su dimensión real, que según él es el de unos pocos miles de miembros en todo el mundo. Introvigne explica en una entrevista en Vatican Insider y traducida al español por Aleteia qué supone el movimiento satanista en la sociedad actual:

- ¿Por qué dedicar al satanismo un libro de setecientas páginas, es más – si se quitan las páginas con los títulos – exactamente 666, que es el número de la Bestia en el Apocalipsis? ¿Vale la pena? ¿No es un fenómeno, a fin de cuentas, muy minoritario?

- Ante todo, tengo que agradecer a Eileen Barker, una de las mayores sociólogas de la religión que aún viven, por haber notado que las páginas son 666 en una recensión suya. Ni yo ni el editor nos dimos cuenta y se trata, sin duda, de una coincidencia muy curiosa.

Es verdad que los satanistas son relativamente pocos, pero el satanismo suscita siempre emociones muy fuertes. Quisiera partir de un episodio, que no cito en el libro porque sucedió después de que lo entregara al editor. El fin de semana anterior a las elecciones presidenciales americanas, los famosos hacker rusos que interceptaron los mails del director de la campaña electoral de Hillary Clinton, John Podesta, publicaron algunos mensajes que vinculaban a Podesta con performance privadas, en el sentido de que es necesario ser invitado, de la artista neoyorquina Marina Abramović. Son una especie de eventos artísticos y espirituales, donde el artista expone su método de meditación y curación que une New Age, espiritismo y cultos afro-americanos.

En realidad, el satanismo no tenía nada que ver, pero el domingo antes de votar se difundieron en las puertas de las iglesias americanas miles de folletos según los cuales la Clinton estaba ligada a una “artista satanista”. También algunos medios de comunicación confundieron la New Age de Abramović con el satanismo.

Dedico en cambio algunos apuntes al satanismo folklórico, donde la veneración del diablo se inserta en el contexto del folklore de grupos particulares, sobre todo criminales. Hay ejemplos en el folklore de los traficantes de droga latino-americanos, que celebran rituales pidiendo al diablo que proteja sus empresas criminales, pero algo parecido se encontraba ya en los bandoleros suecos del siglo XV.

  -¿Puede darnos algún número sobre la consistencia del fenómeno, en el mundo y en Italia?
Todo depende de cómo se define el satanismo. Si hablamos de grupos organizados – quiero decir, grupos que tienen sedes, sitios web, publican revistas, etc – los satanistas son unos 5.000 en el mundo y pocos cientos en Italia.

Pero a estos grupos organizados hay que unir el satanismo llamado “salvaje” de las bandas juveniles que practican rituales caseros, generalmente aprendidos en Internet: miles de jóvenes en el mundo – quizás entre los 5.000 y los 10.000, pero las estadísticas son difíciles – con una presencia que parece más significativa en Italia que en otros países.

Se lee a menudo sobre grupos clandestinos y secretos que cometen graves crímenes. Algunos de estos grupos ciertamente existen, son descubiertos periódicamente por las policías de diversos países, y no hay que minusvalorar su peligrosidad. Pero no hay pruebas, sin embargo, de que este tipo de grupos sean centenares o miles, como los anti-satanistas se obstinan en afirmar. Han sido descubiertos e identificados con seguridad no más de unos diez en todo el mundo en los últimos veinte años, y no es probable que existan más de una docena.

- En el libro usted distingue también el satanismo “racionalista” del “oculto”. ¿En qué se basan y cuáles son sus diferencias?
- El satanismo racionalista, ligado a la figura del americano Anton Szandor LaVey (1930-1997), venera a Satanás con rituales que son sustancialmente psicodramas dirigidos a “liberar” a quien los practica de la religión y del sentido del pecado, que impedirían gozar plenamente de la vida y de los placeres que derivan de la sexualidad, del dinero y del poder.

Pero LaVey consideraba a Satanás como un símbolo de la liberación de las religiones, y no creía que existiera de verdad. La suya era una forma extrema de humanismo ateo.

En 1975 el lugarteniente de LaVey, el coronel del ejército americano Michael Aquino – personaje interesante, que aún vive, con un pasado de especialista de la desinformación (hoy se diría de la creación de “fake news”) por cuenta del ejército en tiempos de la guerra del Vietnam – promovió un cisma en la Iglesia de Satanás que LaVey había fundado. Con Aquino se fueron los que pensaban que Satanás existía de verdad y no era sólo un símbolo. Esta distinción entre un satanismo “racionalista” y uno “ocultista” o “deísta” sigue existiendo aún hoy en el mundo satanista”.

LaVey es uno de los padres del satanismo moderno 
 

- ¿Quién ha fundado, por así decirlo, el satanismo moderno?
 - Yo distingo el satanismo como fenómeno moderno – que implica una organización – de las referencias a Satanás que se encuentran en la magia o en la brujería medievales. En este sentido, hay un proto-satanismo en la corte del Rey de Francia Luis XIV con las primeras “Misas negras” organizadas por cartomantes y sacerdotes apóstatas que invocaban la protección de Satanás para clientes que buscan el éxito en el amor o en los negocios. El fin era utilitario, no religioso o anti-religioso, pero empezamos a encontrarnos ante una organización y unos rituales. De aquí parte un filón que se desarrolla gradualmente en el siglo XIX, pero que asume la forma de organizaciones, por así decirlo, “religiosas” solo en el siglo XX, con la fundación en 1966 en San Francisco de la Iglesia de Satanás por parte de LaVey.

- En el libro se cuenta el caso de miles de suicidios colectivos de los llamados “viejos creyentes” en Rusia a finales del siglo XV. ¿Qué sucedió?
- En 1666, año que contiene el famoso número de la Bestia 666 mencionado en el Apocalipsis, el Patriarca Nikon (1605-1681) promovió una reforma litúrgica en la Iglesia Ortodoxa Rusa. Las reformas litúrgicas generan siempre una reacción tradicionalista. La fecha, 1666, convenció a estos tradicionalistas hostiles a la reforma, los llamados “viejos creyentes”, de que el verdadero autor de la nueva liturgia era el diablo.

También algunos tradicionalistas católicos extremos piensan lo mismo a propósito de la reforma litúrgica de Pablo VI, pero los “viejos creyentes” expresaron su protesta más radicalmente, con suicidios colectivos en los que murieron al menos veinte mil personas.

-¿Quién era Stanisław Przybyszewski, considerado por muchos como el “primer satanista”?



- Era un novelista polaco (1868-1927), representante del decadentismo, que publicó en 1897 la novela “Los hijos de Satanás” y el ensayo “La sinagoga de Satanás”. Escribía preferentemente en alemán y formaba parte en Múnich del círculo que se encontraba en la famosa taberna del Cerdito Negro con otros literarios y artistas del Norte de Europa, entre ellos el pintor noruego Edvard Munch (1863-1944) y el dramaturgo sueco August Strindberg (1849-1912).

Przybyszewski anticipa muchas ideas de LaVey. Está convencido de que Dios es un tirano que quiere mantener a los hombres y mujeres en la ignorancia y en el miedo, mientras que Satanás enseña a la humanidad la curiosidad intelectual, la creatividad y la liberación sexual. En su obra hay ya una teoría de cómo podría organizarse un movimiento satanista moderno. Pero de hecho Przybyszewski nunca organizó ninguno, aunque algunos de sus discípulos lo intentaron, por lo que se le puede considerar más un precursor que un fundador.

– En el libro afirma que el anti-satanismo tiene una gran responsabilidad en engrandecer el satanismo. ¿Por qué?
-Los satanistas existen y a veces cometen graves crímenes. Pero el anti-satanismo distorsiona el fenómeno de dos maneras. En primer lugar, exagera el dato estadístico. Los miembros de grupos satánicos organizados nunca han sido en la historia de Occidente más que pocos miles. El anti-satanismo habla alegremente, sin poder proporcionar pruebas, de miles de grupos y de centenares de miles de adeptos.

En segundo lugar, el anti-satanismo atribuye a los satanistas la capacidad de controlar y orientar a organizaciones enteras, cayendo en formas típicas de teoría de la conspiración.

Una parte importante de mi libro está consagrada, como señalaba, a tesis, fantasías y desinformación según la cual los satanistas controlarían secretamente al judaísmo, a la masonería, a la Iglesia mormona y también – según una literatura protestante fundamentalista, culturalmente marginal pero difundida en miles de ejemplares gracias sobre todo a décadas de esfuerzos del autor californiano, recientemente desaparecido, Jack Chick (1924-2016) – al Vaticano y a la Iglesia Católica. Estos excesos del anti-satanismo, a menudo grotescos, acaban por que no se puedan tomar en serio tampoco las críticas motivadas y reales al satanismo, y paradójicamente, acaba por favorecer a los satanistas.

- ¿Qué puede decir de casos criminales en Italia en los últimos años, como los “niños de Satanás” o el homicidio de sor Maria Laura Mainetti?

- En Italia hemos tenido cuatro episodios relevantes muy distintos entre sí. El primero tiene que ver con los Niños de Satanás, fundados en 1982 en Bolonia por Marco Dimitri, que durante unos años tuvieron un éxito relativo, reuniendo a más de cien adeptos. Dimitri jugó mucho con los programas de TV, mostrándose disponible a actuar la parte del satanista típico, asegurándose una cierta publicidad. Pero aquella publicidad fue un boomerang, y Dimitri acabó arrestado en 1996, acusado de graves crímenes que sin embargo no había cometido. En 2001 fue condenado sólo por evasión fiscal.

El segundo episodio se refiere a sor Laura Mainetti (1939-2000), asesinada en el 2000 en Sondrio por tres chicas imbuidas de satanismo y de propaganda violentemente anticatólica que encontraban en Internet, aunque no estaban en contacto con ningún grupo satánico concreto. La monja murió perdonando a sus asesinas, y ahora está en curso su causa de beatificación.

Del tercer episodio trágico y también en el 2000, yo fui testigo personalmente. Se refiere a Giorgio Govoni (1941-2000), un párroco italiano acusado por una asistente social de violar e incluso asesinar niños durante ritos satánicos. Mandado a juicio, tras una arenga particularmente dura contra él por parte del fiscal, murió de infarto.

En la apelación y en la Casación, la tesis que sostuve yo como perito de la defensa de don Giorgio, de que la asistente social se había sugestionado con la literatura anti-satanista americana, fue plenamente aceptada por los jueces. Hoy la diócesis de Modena ha dado el nombre de Giorgio Govoni a una casa de atención para los pobres, y cada año se honra su memoria como víctima inocente de una trágica equivocación.

El cuarto caso se refiere a las Bestias de Satanás, un grupo de una decena de jóvenes de la zona de Varese, descubiertos en 2004 y condenados por tres homicidios, aunque podrían haber cometido más. Se trata de uno de los casos de grupúsculos secretos dedicados a la actividad criminal que citaba antes, responsables de algo que parecen sacrificios humanos en nombre de Satanás. Casos reales, pero por fortuna muy raros.

- Se habla mucho de “rock satánico”. ¿Qué es? ¿Qué piensa usted de él?
- La expresión rock satánico es imprecisa. Hay rockeros que han hablado del diablo con simpatía en sus canciones, basta recordar “Sympathy for the Devil” de los Rolling Stones. Sin embargo, el género musical que tiene que ver efectivamente con el satanismo es el Heavy Metal, que se divide en toda una serie de subgéneros, alguno de ellos catalogado como Extreme Metal.

Pero no en todo el Heavy Metal, ni siquiera en todo el Extreme Metal, está difundido el satanismo. Algunos grupos del subgénero Death Metal y un buen número de grupos de otro subgénero, el Black Metal, hacen himnos al satanismo en sus canciones. Para algunos se trata de un satanismo estético o de un truco comercial para hacerse interesantes, pero otros han tenido verdaderos contactos con el mundo satanista, e incluso cometido crímenes en nombre de Satanás. Algunos músicos del Black Metal escandinavo se habían especializado en quemar iglesias cristianas de madera, y en Noruega se ha ido en humo así una parte importante del patrimonio de las iglesias de madera medievales y modernas. Ha habido también homicidios y un par de suicidios rituales.

Los holandeses de Cranch Angren son uno de los exponentes del Black Metal



Pero hay que precisar dos cosas. En primer lugar, según una enciclopedia especializada, hoy hay en el mundo más de 25.000 grupos musicales Black Metal. Es un fenómeno ya globalizado, con grupos en Japón, en Nepal e incluso en Iraq y en Arabia Saudita – y entre otras cosas, en algunos de estos países, el Black Metal ha sido el vehículo para importar un satanismo totalmente ajeno a las tradiciones locales. De estos 25.000 grupos, sólo una minoría tiene verdadero contacto con el satanismo, y ciertamente sería una caricatura pensar que los cientos de miles de personas que van a conciertos Black Metal sean satanistas.

Segundo, el satanismo de los grupos Black Metal más extremos no se parece a otras formas de satanismo. En general, los satanistas veneran al diablo porque lo consideran un personaje positivo, un liberador del género humano de la dictadura de un Dios severo y cruel.

En un cierto Black Metal, en cambio, no se venera a Satanás porque es bueno, sino porque es malo, y se hacen himnos explícitamente al mal, a la violencia y a la destrucción. El noruego Varg Vikernes, uno de los grandes nombres del Black Metal – aunque hoy ha cambiado de idea tras los años pasados en prisión por quemar iglesias y por un homicidio – escribía entonces que las varias Iglesias de Satanás “no son verdaderas iglesias de Satanás porque veneran la vida y la felicidad. Yo en cambio adoro la muerte, el mal y todo lo oscuro”.

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Fuente Religión en Libertad


PENETRACION DEL NEW AGE EN LA ORACION CRISTIANA

http://www.homilia.org/



El New Age va invadiendo todas las áreas del quehacer humano, y como su meta principal es la destrucción de la fe cristiana, no es de extrañar la influencia de técnicas paganas en la oración cristiana

Por ello, haremos a continuación una breve comparación entre el Misticismo Oriental y la Mística Cristiana, de manera de poder estar alerta ante esta peligrosa amenaza, que está siendo promovida también desde dentro de la misma Iglesia -inclusive por Sacerdotes- y desde editoriales y librerías católicas. 
Hay suficientes libros religiosos y de oración enmarcados dentro de esta corriente del "New Age", así como cursos, talleres, conferencias, etc., que tratan de incorporar a la oración cristiana estas técnicas de oración venidas del Paganismo Oriental..


PROBLEMAS (errores) que se presentan en la actualidad 
con relación a 
LA VIDA ESPIRITUAL y a LA ORACION

1. - La tendencia a "psicologizar", es decir, a igualar la vida espiritual con la Psicología. Esto da como resultado el reducir lo espiritual a ciertos estados de conciencia producidos por medios psicológicos o a tratar de explicar la experiencia espiritual por medio de la Psicología. Pero, si la vida espiritual es la relación personal con Dios, no puede ser reducida al análisis y a los métodos psicológicos.

2. - El uso de la llamada "meditación" del Misticismo Pagano Oriental, que tal vez por la asociación de la palabra “meditar” con la forma de oración cristiana que tiene ese mismo nombre, es aceptada por muchos como algo beneficioso, tanto espiritual, como emocionalmente. Se hace uso de estas técnicas para buscar en ellas un alivio a situaciones de conflicto, problemas de diversa índole, cansancio, stress, fatiga, o para tratar de llenar el vacío interior que deja en el alma el materialismo reinante en nuestro mundo.

Así describía el Papa Juan Pablo II en 1993 este doble problema:
"Las ideas del New Age a veces se abren caminos en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan ainfluir incluso en los católicos practicantesque tal vez no son conscientes de que estas ideas son incompatibles con la fe de la Iglesia.
“Estos movimientos pseudo-religiosos intentan llegar a Dios a través del conocimiento y la experiencia basados en elementos que toman prestados de la espiritualidad oriental y de técnicas psicológicas.

“Además, prestan poca atención a la Revelación y tienden a restarle importancia a la doctrina religiosa. Plantean, también, una vaga visión del mundo, la cual expresan mediante mitos y símbolos que son disfrazados de lenguaje religioso. Además, laconcepción de Dios que presentan es incompatible con la Sagrada Escritura y con la Tradición Cristiana" (A los Obispos el 28-mayo-93).

Sucede, entonces, que a través del New Age se está tratando de invadir todas las áreas del quehacer humano, y como la meta principal de éste es la destrucción de la fe cristiana, no es de extrañar la influencia de técnicas paganas en la oración cristiana.

DIFERENCIAS ENTRE EL LLAMADO MISTICISMO ORIENTAL Y LA MISTICA CRISTIANA
Se ha tratado de equiparar muchas veces la “Oración de Contemplación” cristiana con la práctica de la llamada “meditación” del Hinduísmo y del Budismo, y también con la “meditación” de la mal llamada "metafísica" muy difundida en Venezuela y en otras partes de América. Y al hacer esta equivalencia, no se distinguen ni los medios que se emplean, ni los fines que se persiguen en cada una, los cuales -si se observan bien- son totalmente opuestos.

Veamos cómo se diferencian estas dos modalidades.

1. MISTICA CRISTIANA

La Mística Cristiana se refiere principalmente a dos formas de oración mental, es decir, no vocal, las cuales son:

a. Meditación Cristiana: en este tipo de oración se contempla mentalmente un pasaje de la Escritura o una verdad de nuestra fe, para tratar de ver qué me dice Dios a través de ese pasaje o de esa verdad, y para tratar de descubrir Su Voluntad para mí.

b. Oración Contemplativa: en este tipo de oración el alma no razona acerca de Dios, sino que se queda a solas con Dios en silencio. Se entra en una comunión de amor con el Dios Uno y Trino, la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Y es una comunión que no puede lograrse a base de técnicas, ni puede lograrse con esfuerzo ni a voluntad, pues la Contemplación es un don de Dios y, como todo don de Dios, es dado por El a quién quiere, cómo quiere y cuándo quiere. Eso sí: hay que desearla y buscarla, sabiendo que el recibirla depende sólo de Dios.

El objetivo de la Oración de Contemplación cristiana es, en esencia, la unión del alma con Dios, es decir, con Aquél que es objeto de su amor. Es una unión mística, en la cual hay una clara distinción entre el Creador y Su creatura, y que puede llevar a estados sublimes de unión con Dios, descritos como arrobamientos, éxtasis, etc., los cuales no son ni esenciales, ni condición necesaria para llegar a esa unión. Y esta unión procede sólo de Dios y no proviene de logros personales ni de técnicas aplicadas a ese fin.

En la oración cristiana: sea vocal, de meditación o de contemplación, el orante busca a Dios para rogarle o para adorarle,  para conocer Su Voluntad o para dejar que El vaya moldeándolo de acuerdo a Su Voluntad, para manifestarle su amor y para dejarse amar por El ...

Como vemos, en la oración cristiana el orante busca a Dios y lo deja actuar en su alma, la cual es transformada por Dios mismo a través de Su Gracia (Gracia Divina).

2. MISTICISMO ORIENTAL
Las prácticas venidas del Misticismo Pagano Oriental o de la “metafísica” son experiencias “místicas” provocadas, que engañosamente se consideran estados de unión con Dios.

Las formas de meditación no-cristiana son prácticas de concentración profunda y no de oración. En la meditación no-cristiana la persona busca en las profundidades del propio yo llegar a un vacío interior y a sentirse “divinizado”.

En esa llamada “meditación” oriental o “metafísica”, el meditante se busca a sí mismo, para lograr por sus propios medios una supuesta fusión en el dios del que se cree parte.

Así, la “meditación” pagana (oriental o de la metafísica) nada tiene que ver con la Meditación Cristiana. En aquélla la persona que “medita” busca llegar mediante técnicas especiales que causan alteración en el estado de conciencia, al desarrollo de poderes mentales y a ciertas experiencias que erróneamente se consideran estados de unión con Dios.

Estas experiencias pseudo-espirituales provocadas, en que la persona se siente“divinizada” o “poderosa”, son muy distintas a las experiencias de oración cristiana, sea en la forma de Meditación o de Contemplación.

Objetivo importante de la llamada “meditación” oriental o metafísica es el logro de paz, alegría y felicidad.
Pero es necesario hacer notar que en esos trances inducidos en los que se busca alterar el estado de conciencia al usar técnicas y métodos especiales, se logra, por ejemplo, un aquietamiento o adormecimiento del cuerpo, de la mente y de los sentidos, al que llaman paz, pero que no debe confundirse con la Verdadera Paz.

La paz se produce como una consecuencia de aceptar la Voluntad de Dios. Es claro que la Paz Verdadera no puede “provocarse”, no puede venir de técnicas, sino de dentro de nosotros mismos. La paz es fruto del amor y de la confianza en la Voluntad de Dios para nuestra vida, de abandonarnos a El y en El, que es nuestro Creador, nuestro Dueño, nuestro Padre.

A veces se logra una euforia, a través de ciertas ejercitaciones, que se confunde con la alegría.
Tampoco la histeria, producida de igual manera puede considerarse felicidad. Estas manifestaciones de euforia e histeria son generalmente una reacción del organismo por la intoxicación que producen algunas técnicas, como la hiperventilación.

Pero, la verdadera felicidad sólo se encuentra en Dios, que es el único Ser que puede colmar nuestros anhelos, y se manifiesta en el gozo de quien ama a Dios; es decir quien se entrega a El y a Sus designios. 

CONCLUSION DE ESTA COMPARACION

La diferencia parece ser muy sutil, pero es muy profunda.
Ese estado de conciencia en el que quien medita trata de llegar a la divinización de sí mismo, es muy distinto al abandono de sí que hace el cristiano en la oración contemplativa, en la cual el alma se abre y se entrega a Dios que habita en el interior del hombre -somos "templos vivos del Espíritu Santo" (1a.Cor.3, 16) -si nos encontramos en estado de gracia. También es diferente de la llamada meditación cristiana que ya hemos descrito.

Las experiencias místicas provocadas a través de la meditación pagana oriental o de la “metafísica” nada tienen que ver con el estado de unión con el Dios Uno y Trino: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo de la Contemplación Cristiana, en la cual el Dios Vivo y Verdadero va haciendo en el alma del orante su trabajo de alfarero para ir moldeándola según Su Voluntad (cfr. Jer.18, 1-6).

Realmente ¿a qué nos llevan los métodos de “meditación” pagana. A centrarlo todo en el “yo”. ¿Qué nos dice la mal llamada “metafísica”? Tu mente es “dios”, tú puedes lograr todo lo que quieras, basta que lo desees, con tu mente lo puedes todo.

¿Por qué pueden hacer daño estas formas de meditación? Porque la persona se concentra en su “yo”, en sí mismo y se vuelve muy egocéntrica (centrada en sí misma).

¿Qué diferencia hay entre las formas de oración cristianas y las formas de meditación paganas?

En que la pagana me centra en mi yo y el éxito depende de la técnica y de cómo la aplico. En cambio la oración cristiana me abre a un “Tú”, me descentra de mi “yo” y me centra en Dios nuestro Señor, y a la vez me abre al Amor para poder yo amar con ese Amor, que es el Amor de Dios. ¿Nota cómo son totalmente opuestas las dos cosas?

En la llamada “meditación” oriental o “metafísica”, el meditante se busca a sí mismo, para lograr por sus propios medios la fusión en el dios del que se cree parte. Es decir: el resultado depende de aplicar bien los métodos y las actividades que se proponen.

En la oración cristiana el orante busca a Dios y lo deja actuar en su alma, la cual es transformada por la Gracia Divina. Es decir: Dios es quien hace; la persona se deja hacer. Pero no hay irresponsabilidad aquí, sino una gran dosis de entrega y abandono en Dios, sabiendo que Dios es el que hace en nosotros.

La transformación total en Dios de que habla San Juan de la Cruz no se da por "fusión”con la divinidad, sino por "posesión”: el alma se entrega totalmente a Dios que la posee, tomando la dirección de toda su vida e inspirándola en cada uno de sus actos, y la criatura posee a su Dios, que mora en ella y que la vivifica, la mueve y la gobierna.

Por eso San Pablo describe esta etapa así: "Ya no soy yo quien vivo, sino es Cristo quien vive en mí" (Gal. 2, 20).


CUADRO COMPARATIVO
ORACION CRISTIANAMEDITACION ORIENTAL
A quien se buscaa Diosa uno mismo
Mediosbuscar a Dios abrirse a Diostécnicas - ejercitaciones
Finesentregarse a Diosfusión en la divinidad
Dios y personados entes separadosmeditante "parte" de dios
CentroDiosuno mismo (egocentrismo)
Cómo se amacon el Amor de Dios: buscando el bien de quien se amacon mi propio amor (egoísmo) buscando mi propio bien
ResultadoDios toma posesión del almael alma se cree falsamente "divinizada"
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Dios va actuando en el alma con su Gracia, moldeándola de acuerdo a Su Voluntad: haciéndola semejante a El en formas de ser y actuar, en reacciones, en virtudes, en la manera de amar ...técnicas y ejercicios llevan a una supuesta "divinización"

Sin embargo, a pesar de estas diferencias, hay grupos, incluso dentro de la misma Iglesia, que han tratado de unir y combinar ciertas prácticas y creencias de las religiones orientales con las del cristianismo, aduciendo un mejoramiento espiritual y una mejor comprensión del verdadero Dios.

Entonces surge la pregunta: ¿Es posible combinar la oración cristiana y la “meditación” pagana (oriental y de la “metafísica”)?

El Papa Juan Pablo II, en su libro“Cruzando el umbral de la Esperanza” nos alertaba a los cristianos ante técnicas y métodos de meditación venidos del Extremo Oriente. Nos propone revisar el patrimonio del cristianismo en materia de oración y no aceptar tan acríticamente esta especie de moda orientalista.

Dice textualmente JPII en su libro: “No está por eso fuera de lugar alertar a aquellos cristianos que con entusiasmo se abren a ciertas propuestas provenientes de las tradiciones religiosas del Extremo Oriente en materia, por ejemplo, de técnicas y métodos de meditación y ascesis. En algunos ambientes se han convertido en una especie de moda que se acepta de manera más bien acrítica. Es necesario conocer primero el propio patrimonio espiritual y reflexionar sobre si es justo arrinconarlo tranquilamente”.

¿cuál es ese patrimonio cristiano de oración del que nos hablaba el Papa? Es toda la tradición oracional de la Iglesia que comienza con los consejos del mismo Jesucristo acerca de la oración (cfr. Mc 6, 5-13), pasando por todos los maestros de oración del Cristianismo.

Recordando solamente algunos grandes místicos, pertenecientes a órdenes religiosas y además reconocidos como Santos de la Iglesia Católica, mencionaremos a Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y Santa Teresita del Niño Jesús, entre los Carmelitas Descalzos; San Benito, fundador de la Orden Benedictina; Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena, entre los Dominicos.

En nuestro siglo hay maestros de oración seguidores de sus antecesores: Santa Isabel de la Trinidad y Fray Gabriel de Santa María Magdalena, entre los Carmelitas; San Columba Marmion, entre los Benedictinos; Reginald Garrigou-Lagrange, Antonio Royo Marín y Juan G. Arintero entre los Dominicos.

También los ha habido y los hay seglares, como el sastre polaco que introdujo al joven Karol Woityla, luego Juan Pablo II, al estudio de los místicos y a practicar él mismo la oración de contemplación al estilo carmelitano.

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Hemos visto que el orante que busca a Dios lo encuentra, encuentra a Dios que es el Verdadero Amor, el Unico Ser que puede colmarnos plenamente. Podemos, así, a través de la oración, nutrirnos de ese Amor Verdadero y proyectarlo a los demás.

Orar es buscar a Dios para encontrar a Dios. Y cuando se da ese encuentro con el Dios Vivo, se descubre el verdadero sentido de la oración. 
Esta se convierte en el momento más buscado, en la actividad más importante del día, pues nos encontramos con el Amor, el verdadero Amor que todos añoramos ... pero que a veces buscamos donde no está. Ese Amor es el Amor de Dios ... Sólo Dios puede colmarnos plenamente, pues El es la única y Verdadera Felicidad